
Tanto si la boda es civil como religiosa, una hacienda para bodas es un lugar perfecto para la celebración. Muchas tienen capillas bendecidas para los matrimonios religiosos y ofrecen un espacio íntimo para amigos y familiares que quieran presenciar el enlace.
Además escoger una hacienda para casarse cuenta con un añadido especial: tanto la ceremonia como el banquete pueden celebrarse en el mismo sitio y los novios pueden personalizar toda la decoración del lugar, desde las mesas del banquete hasta los rincones donde tendrán lugar los momentos más emotivos de este día.