Una de las cuestiones que suele traer de cabeza a los novios a la hora de organizar las bodas es cómo sentar a los invitados en la boda. Una vez que ya se ha elegido la hacienda para bodas, se ha cerrado la decoración, decidido los trajes y el viaje de novios, el mayor problema es cómo organizar a todos los invitados.
Suele ser una decisión delicada, porque la distancia de las mesas con respecto a los novios y con quién se sienta a los familiares y amigos es algo que puede herir las sensibilidades de más de un invitado. Por eso, lo mejor es pensarlo tranquilamente e incluso pedir ayuda a otros familiares que ya hayan pasado por esa experiencia.
Los primeros pasos
Antes de comenzar con el reparto debemos tener cerradas las listas. Aunque una baja de última hora o una incorporación inesperada suele ser habitual, lo mejor es partir de un número casi cerrado de personas. La distribución de las mesas y su forma es importante: hay haciendas que ofrecen mesas redondas y otras, especializadas en celebraciones en Sevilla al aire libre, que ponen mesas alargadas.
Cómo agruparlos
Lo mejor es buscar intereses comunes, para que la mesa sea amena. Por ejemplo, compañeros de trabajo, amigos o familiares. Si sabemos que hay alguna rencilla entre familiares –es normal–, lo mejor es evitar enfrentamientos y sentarlos separados, pero con disimulo. También es importante equilibrar las mesas: no poner a todos los charlatanes en la misma ni a todos los tímidos juntos.
Personas de confianza
El día de la boda es muy especial para los novios, por lo que lo mejor es designar a una persona (normalmente suele ser un amigo de confianza o los hermanos de los novios), para que se encarguen solucionar cualquier contratiempo que pueda surgir en las mesas: por ejemplo, alguien que no confirmó su asistencia y que asiste a la celebración, o mesas que se quedan muy vacías porque al final los invitados no han podido ir. De esta forma los novios podrán disfrutar de todo y despreocuparse de estos asuntos.
