Las bodas pueden cambiar mucho: los
novios pueden decidir hacer una ceremonia religiosa, casarse por lo
civil, en un ayuntamiento, alquilar un cortijo para celebrar bodasen Sevilla o, simplemente, ir a firmar al juzgado. La novia puede
ir de blanco, de largo, de corto, de rojo, con un traje normal… y
el novio, igual. Aunque hay muchos elementos que pueden cambiar de un
enlace a otro, lo cierto es que hay algunos detalles que son
inamovibles en las bodas y que, a pesar de sufrir ligeras
variaciones, siempre están presentes.
Uno de estos elementos son los anillos,
imprescindibles en el enlace. Pero el otro, que comparten todos los
invitados, es la tarta de boda. Este dulce, que se corta al final del
convite, es tradicional y, sea cual sea el tipo de celebración,
siempre está presente. Hoy en día los maestros reposteros hacen
verdaderas maravillas, por lo que suele convertirse en uno de los
elementos protagonistas de la decoración del enlace.
En el sur es habitual celebrar la boda
al aire libre. Así, contratar una hacienda para celebrar bodas enSevilla es muy habitual, por lo que la decoración suele ser
campestre o romántica, siempre acorde al lugar. En estos casos, la
tarta de boda puede utilizarse como un elemento más para llamar la
atención de los invitados, y por eso vemos una gran variedad, desde
tartas blancas clásicas hasta modernas creaciones cubiertas con
fondant que recuerdan algún detalle especial para los novios, como
alguna afición común, un momento de su noviazgo o, simplemente, la
recreación azucarada de este día tan especial.
Sea cual sea la opción elegida por los novios a la hora de confeccionar el menú, lo cierto es que todas ellas están riquísimas y suponen el momento clave de la celebración, ¿o acaso no es cierto que a todos nos encantan?
Sea cual sea la opción elegida por los novios a la hora de confeccionar el menú, lo cierto es que todas ellas están riquísimas y suponen el momento clave de la celebración, ¿o acaso no es cierto que a todos nos encantan?